Los viñedos singulares de Bodegas Valdelana
Actualmente, la bodega posee once viñedos catalogados como singulares: Santa Cruz de Valdelana, Senda de Las Damas, Matalobos, Tronco Negro, La Pared de los Curas, El Alguacil, Matacabras, Cerro de la Horca, La Medika, Río del Valle y Senda de la Traición. Teniendo en cuenta los requisitos exigidos para esta distinción, no es de extrañar que Juan haya tenido que remover “tierra y tierra” para hacerse con ellos. Varios se encuentran en las inmediaciones de Elciego, pero también los hay en Laguardia, Leza y Navaridas, datando la mayor parte de 1920.
Detrás de este proyecto está Juan Valdelana, quien lleva varios años buscando estos terrenos únicos capaces de generar vinos de máxima calidad. Un objetivo nada sencillo teniendo en cuenta que para que una viña sea considerada con esta distinción tiene que cumplir los siguientes requisitos:
Edad mínima del viñedo: 35 años.
Producción máxima: 5.000 kilos por hectárea para variedades tintas y 6.922 para blancas.
Vendimia: Manual.
Rendimiento máximo de transformación: 65%
Titular: El viñedo ha de ser en propiedad o arrendado con una producción exclusiva de 10 años.
Doble calificación: La inicial, como todos los riojas, y una previa a la salida al mercado. Debe alcanzar la valoración de ‘excelente’.
Pero casi tan compleja como su localización es su explotación, ya que exige una completamente manual en la que no puede entrar en juego ningún producto finosanitario, máquina o incluso animal. Son fincas donde no es nada fácil trabajar, por lo que todo pasa por las manos.
De tal viñedo, tal vino
Más allá de atesorar estos maravillosos pedazos de tierra, Juan siempre había soñado con producir un vino de cada una de estas parcelas y, tras varios años de trabajo, en 2022 se lanzó la primera añada, la de 2020, de estos vinos singulares. La Medika, Senda de la Traición, Senda de las Damas tinto y blanco, La Pared de los Curas, Tronco Negro y Santa Cruz de Valdelana fueron los siete elegidos para este lanzamiento.
En total, 10.000 botellas de vinos de viñedo singular que fueron vendidas prácticamente todas poco después de su estreno. Un orgullo total para Juan y para la bodega, sobre todo teniendo en cuenta que algunos de estos vinos han terminado en restaurantes como el Celler de Can Roca, Arzak o Martín Berasategui.
La D.O. Rioja apuesta por el origen de los vinos
Para entender la propuesta de los viñedos singulares, fue a mediados de 2017 cuando la Denominación de Origen Calificada Rioja quiso empezar a identificar un origen más específico para ciertos vinos, tal y como ya ocurre en otros países de gran tradición enológica como Francia. Desde entonces, las etiquetas de la Doc Rioja incluyen una información más específica sobre el origen del vino, facilitando así que los consumidores puedan distinguir a simple vista la calidad del producto que tienen delante.
Trabajar con las uvas provenientes de unos viñedos así es garantizar, año tras año, una vendimia y producción de vino de máxima calidad. Una calidad como la que merecen nuestros consumidores. Porque unos consumidores singulares, merecen unos viñedos y vinos singulares.